Con la séptima edición del Lasallanito concluida, el balance no podría ser más positivo. Durante tres jornadas intensas en el predio de Cabaña Leiva, el fútbol, la alegría y la pasión de los más chicos se mezclaron en un evento que ya se ganó un lugar destacado en el calendario deportivo de la región. Fueron 101 equipos los que participaron, representando a clubes, colegios y escuelitas de distintos puntos del país, en un marco de total organización y entusiasmo.
La coordinación general estuvo a cargo de Nacho Minella, bajo la atenta mirada del presidente Lucas Yori y el secretario César Rodríguez, además de la participación especial de Eduardo Morán y la colaboración incansable de más de 60 personas allegadas al club. Todos, con esfuerzo y compromiso, lograron que cada detalle estuviera a la altura de un torneo que sigue creciendo.
El predio de La Salle lució espléndido. El verde césped de cada cancha —especialmente la principal— fue el escenario ideal para que los chicos vivieran la ilusión de competir, aprender y disfrutar. La presencia masiva de público, el acompañamiento de las familias y la energía contagiosa de los jugadores hicieron del Lasallanito una verdadera fiesta del deporte y la convivencia.
Invitados de lujo y reconocimiento nacional
La edición 2025 tuvo además un toque de jerarquía especial con la presencia de Jorge Rodríguez, coordinador del plantel de Boca Juniors, y la participación de Talleres de Córdoba, dos instituciones que prestigian cualquier evento infantil. La visita del referente xeneize fue una de las más celebradas por el público y los chicos, que no solo disfrutaron de su presencia sino también de sus palabras cargadas de emoción y reconocimiento.
“Jorge Rodríguez fue quien descubrió a Riquelme, y para nosotros fue algo maravilloso escucharlo hablar con tanta humildad y agradecimiento. Adelantó que Boca volverá y felicitó al Club La Salle por la organización del torneo”, contó César Rodríguez, secretario de la institución.
La proyección nacional del Lasallanito ya no es una promesa, sino una realidad. El certamen se consolidó como un ejemplo de organización y crecimiento sostenido, destacándose por su nivel deportivo, su infraestructura y, sobre todo, por el espíritu formativo que lo caracteriza. “Salió un torneo sin fisuras, como dijimos desde el primer día. La presencia de El Litoral acompañando el evento nos llena de orgullo, porque sentimos que Santa Fe reconoce el esfuerzo y el trabajo de todo un club”, agregó Rodríguez.
El presidente Lucas Yori no ocultó su satisfacción por los logros alcanzados y ya anticipó que el club trabaja de lleno en la octava edición del Lasallanito, prevista para 2026. “El torneo estuvo a la altura de lo que buscamos como institución. Hoy, tras siete temporadas, logramos ponerlo en el lugar que se merece. Que nos reconozcan a nivel nacional nos llena de orgullo, y por eso ya estamos proyectando la octava con nuevos desafíos y más equipos”, señaló el dirigente.
Yori destacó además el presente institucional del club y las obras en marcha: “La Salle está creciendo gracias al trabajo diario de todos. Hoy, la iluminación de la cancha 1 es una realidad: ya instalamos toda la estructura, solo falta la luminaria para poder realizar actividades nocturnas». Entre los próximos objetivos figura el tradicional Encuentro de Camadas, previsto para diciembre, que promete ser otra gran fiesta de reencuentro y pertenencia. “Queremos que sea una celebración especial para todos los que pasaron por el club. La idea es seguir sumando actividades que fortalezcan el sentido de comunidad lasallana”, explicó Yori.
El crecimiento deportivo también es motivo de satisfacción. “El equipo de Primera está muy bien, con muchos chicos surgidos de nuestras inferiores. Las categorías formativas siguen creciendo y la escuelita continúa aportando jugadores para el futuro. Falta mucho, pero al ritmo que vamos todo se puede lograr”, concluyó el presidente, con la convicción de que el trabajo colectivo es la clave del progreso.
El Lasallanito, un modelo de organización y pasión
La séptima edición del Lasallanito volvió a demostrar que el deporte infantil puede ser mucho más que competencia: es aprendizaje, amistad y valores compartidos. En cada partido, en cada abrazo y en cada sonrisa, se reflejó el espíritu de un evento que ya trasciende el ámbito local.
Con un predio que se consolida como uno de los mejores del interior santafesino, un equipo humano comprometido y una visión clara de futuro, La Salle se posiciona como un referente del fútbol formativo. El Lasallanito 2025 no solo fue un éxito deportivo, sino también una muestra de que cuando el trabajo, la pasión y la planificación se unen, los resultados hablan por sí solos.
La cuenta regresiva hacia la edición 2026 ya comenzó. Y si algo quedó claro en este cierre de torneo es que el sueño lasallano no se detiene: sigue creciendo, inspirando y dejando huella en cada niño que patea una pelota en el verde de Cabaña Leiva
Fuente: El Litoral