Tras un inolvidable 2019, ya que logró consagrarse campeón del torneo Clausura de la Liga Santafesina al vencer a Colón de San Justo por 2 a 1, Ateneo Inmaculada afrontó la cuarentena, pero ya logró regresar a los entrenamientos bajo las órdenes de su entrenador Alejandro Olivera. El elenco colegial que se dio el gusto de representar a la Liga Santafesina en el Torneo Federal Amateur entrena tres veces por semana, dos en el predio ubicado en la autopista Santa Fe-Rosario, y uno en la sede del centro de Cruz Roja Argentina y General López, cumpliendo con los protocolos pertinentes a rajatabla.
«Más allá de lo que fue al principio, por ahí en lo que fue marzo, abril y mayo, que tuvimos sin actividad, después pudimos retomar un poco los entrenamientos, así que dentro de todo bastante controlada la cuestión de la cuarentena. Que parar todo por el coronavirus, dentro de todo la pasamos bien y tranquilos» le manifestó Juan Chiaraviglio a UNO Santa Fe. Sobre como trabajaron en medio de la cuarentena, el volante de Ateneo Inmaculada, dijo que «el profesor Marcos y Federico nos dieron trabajos para realizar vía whatsapp, con videos, ejercicios aeróbicos para hacer en casa, e hizo que todo fuese más llevadero. Igualmente, no es lo mismo porque el contacto con la pelota es fundamental, pero podría decirte que nos acomodamos bastante bien».
El talentoso jugador colegial expresó que «habíamos vuelto a entrenar, pero después hubo que hacer el nuevo parate de 14 días por los nuevos contagios en la ciudad, y en la segunda parte, cuando retomamos nos costó un poco, te sentís un poco duro, pero con el correr de los entrenamientos te vas aclimatando y todo tiende a normalizarse. Lo físico es lo primero que se termina recuperando, pero lo que se busca retomar es la sensibilidad y el contacto con la pelota, sobre todo los pases, y todo eso lleva su tiempo reacostumbrarse». «Cuando venimos a entrenar el protocolo nos exige, por ejemplo, en la entrada nos toman la temperatura cada vez que venimos, nos colocamos alcohol en gel, lo hacemos con el barbijo colocado, que no los retiramos cuando comenzamos la práctica. Los profesores se las arreglaron para que podamos llevar adelante entrenamientos que estén dentro de lo autorizado por el protocolo. Nos arman andariveles que son individuales, con una colchoneta, una pelota y la verdad es que es muy dinámico» destacó Chiaraviglio.
Uno de los referentes del plantel de Ateneo sostuvo que «veo muy difícil que hasta febrero o marzo se pueda jugar alguna competencia. Ojalá que se pueda dar, es el anhelo que todos tenemos. Pero por lo menos esto de estar entrenando, con mis compañeros y mis amigos lo hace más llevadero. Sobre todo, porque te permite seguir en actividad, te permite mantenerte físicamente, y lo mínimo indispensable en sintonía». «Al principio la verdad que fue bastante complicado este asunto de la cuarentena, uno está acostumbrado a entrenar, a disfrutar, a ir al gimnasio, compartir con la familia y los amigos, y estar encerrado fue realmente duro. Pero bueno, siempre hay cosas positivas de cara al futuro y uno tiene que utilizar ese tiempo que por ahí pensó que era perdido, para hacer otras cosas que uno no hace habitualmente» le dijo Conrado Peralta Pino a UNO Santa Fe.
El delantero del plantel superior de Ateneo Inmaculada sostuvo que «uno siempre está al palo en el día a día, entonces por ahí se ha tomado el tiempo para hacer cosas que no hace habitualmente. Pero lo importante es que de a poco estamos volviendo dentro de todo a la normalidad y a entrenar que es lo que más nos gusta». «Durante la cuarentena al principio lo afrontamos con entrenamientos que nos habían dado los profes y que cada uno hacía en su casa. Después a medida que se iba flexibilizando un poco, se iba saliendo, a veces un poquitín clandestino porque no se aguantaba más el encierro. La realidad es que por ahí me he escapado de casa para salir a correr, ya que el estar encerrado es muy duro, y más para los que somos deportistas. Nos encanta el deporte, la actividad física, y por ahí en los espacios reducidos se hace duro hacerla. Ni hablar después cuando se flexibilizó un poco que pudimos regresar a las prácticas» consideró el Mono Peralta Pino.
En relación a como fue la vuelta a las prácticas sostuvo que «fue con una alegría muy grande. Creo que desde que se comenzó a entrenar no falté nunca, porque la realidad es que me encanta, disfruto mucho, tengo una edad que ya estoy transitando los últimos años de jugar al fútbol, estoy grande y por eso lo hago con muchas ganas. El haber vuelto a practicar lo disfruto mucho, es muy lindo compartir con los amigos, con mis compañeros, que es lo más lindo que hay en este deporte». «Nosotros tenemos este lugar que es la cancha del club en el centro en el cual podemos realizar todos los trabajos. No de la manera que se quiere, porque es lindo estar en el verde césped, y poder trabajar los trabajos de campo. Se entrena una vez a la semana en la sede del centro, y dos en el predio de la autopista. También estamos contentos porque pudimos volver al predio, porque es lo que queríamos», resaltó el exjugador de Unión de Santa Fe y Gimnasia de Ciudadela.
El delantero con pasado en Ben Hur de Rafaela y Central Norte de Salta agregó que «me costó asimilar que ya no vamos a tener fútbol por este año. Me pegó bastante duro que no vamos a poder competir y jugar oficialmente, pero bueno uno tiene que hacer borrón y cuenta nueva, y pensar que por algo será. La realidad es que veo complicado que tengamos competencia en el largo plazo, así que hay que pensar en lo que puede llegar a pasar el año que viene. Por lo tanto, hay que venir a entrenar y disfrutar de esto, y ver que pasa el año próximo».
Fuente: UNO Santa Fe