Ventas varias (Gastón González, Nardoni, Machuca, Esquivel y Portillo, por más que haya llegado ya con cierta formación y directamente a la reserva), más jugadores convocados a la selección sub 23 (a Nardoni y Esquivel se suma Zenón), más esta costumbre de los arqueros juveniles de estar en la mira del seleccionador de turno (ahora es el caso de Froilán Díaz). Es un buen momento de Unión con respecto a su generación de jugadores de inferiores, porque en la Primera se están afirmando Paz, Vera, Calderón, Zenón, Mosqueira y Domina como titulares. Más otros que esperan su momento y están allí, en la “línea de fuego” y preparados para entrar en escena.
¿Cuál es el secreto de este momento?, es bueno que lo explique el que ahora es responsable de la coordinación de las juveniles rojiblancas: el profesor Leo Aguilar: “Este es un proceso, hoy me toca estar al frente a mí, pero del que han participado muchos profesionales. Estoy contento por el presente pero más por lo que viene. Los chicos van llegando y no vuelven. Eso es lo bueno”, fue el inicio de la charla con Aguilar en Café con Fútbol.
-¿Cuánto hace que trabajás en Unión?
-20 años en Unión y de esos, tres años de coordinador, desde octubre de 2020. Fue en plena pandemia, hubo que tomar decisiones con chicos que no podían entrenar por la pandemia, se amontonaron categorías, hubo que hacer protocolos de entrenamiento y la verdad que fue un lío importante todo eso. Pero ahora estamos bien afirmados.
-Es tremenda la cantidad y calidad de chicos que aparecieron…
-Algunos tuvieron que arrancar en pandemia, jugando sin público, y otros peleando el descenso. Lo bueno es que estamos creando un esquema de pertenencia muy importante en los chicos que van surgiendo. Tenemos una pirámide bien encaminada.
-¿Colaboraron los técnicos de arriba?
-Esto empezó con el Vasco Azconzábal. Todos los que surgieron con él, se quedaron. Luego, con Munúa continuó el mismo esquema y ahora sigue consolidado. Surgen chicos con mucho vértigo y frescura. Y el paso de reserva a Primera se hace bien a pesar de que es algo que no es fácil. Pasás de no jugar por nada a jugar por plata, porque se convierten en profesionales, empiezan a ser conocidos… No es fácil.
-¿Han bajado la edad de los jugadores?, porque se ven muchos chicos de 17 y 18 años en reserva…
-Sí… La idea es que la maduración final permita que lleguen a Primera no tan grandes ni tampoco atados a la firma de un contrato, que es a los 21 años. Hay chicos 2007, o sea que tienen 16 años, y ya están jugando en reserva. ¿Para qué esperarlos tanto si están preparados? No es tirarlos a los leones, sino adelantar los procesos.
-¿Y lo de Domina?, ¿es excepcional o es lo que buscan con todos?
-Jerónimo se destacó siempre. Congenió todas las cualidades, deportivas, físicas, actitudinales… Pertenece a una categoría de la que saldrán otros, porque el grupito de Mascherano ya está levantando el teléfono preguntando por chicos de esa categoría. Con Mosqueira pasa lo mismo… Son muy hinchas del club y tienen cosas como para que los planetas se alineen y triunfen rápidamente.
-¿Sentís que se está cambiando la mentalidad?
-Este golpe de trabajo y de frutos va a lograr un convencimiento para que los jugadores de Santa Fe se puedan abrir a la Argentina y al mundo. Venimos de la época de la primera Sudamericana, que la jugamos con Gastón González, con Kevin Zenón, con Machuca, que eran muy chicos en ese momento… Y pretendemos que los jugadores de Unión se empiecen a mostrar en las selecciones o en los grandes clubes del mundo… ¿Por qué no pensarlo y soñar con eso? De todos modos, nuestro objetivo es que lleguen y triunfen en Unión.
-¿Cómo se trabaja en lo otro, en lo que pasa afuera de la cancha?
-Tenemos sicólogos, asistentes sociales, nutricionistas, tenemos talleres de capacitación, trabajamos la ansiedad y la frustración, qué exponer y qué no exponer, redes sociales, etcétera. A veces, jugar un partido en Primera te mueve el mundo y no ganaste nada, sólo un partido. La charla del entrenador no la supera nadie, es el líder y la palabra mayor, pero hay todo un grupo de profesionales que ayuda. Hoy, el chico de pueblo no es lo que era antes, todo ha cambiado.
-¿Quiénes asoman?
-Mirá, nosotros tenemos muy buenos arqueros… Pero muy buenos en serio… En ese puesto estamos cubiertos. Y luego estamos trabajando mucho en el biotipo de centrales con altura y personalidad, pero son 2005 y por allí son chicos todavía para tener que ir a marcar a jugadores de muchísima experiencia. Hay otra clase de jugadores, como Verde, que juega realmente muy bien… Y es todo relativo, porque hay chicos que le mandamos al Kily, que no se destacan tanto con nosotros y lo mandamos porque él nos pide para hacer fútbol con los titulares, y resulta que van a Casasol, a jugar contra los profesionales y se mueven como pez en el agua… Pero volviendo a los centrales, está Paz jugando, Ludueña en el banco y está apareciendo Profini que ya llegó a Primera… Estamos acomodándonos porque la Primera nos ha llevado una buena cantidad de jugadores, pero yo veo calidad y buen futuro.
-Hablando de los técnicos, en este caso del Kily, ¿surge un mensaje desde arriba respecto de cómo jugar?
-Nosotros pensamos que la idea o el modelo de juego surja de inferiores, y en reserva adaptarlos para que lleguen bien a Primera… El planteo del Kily es con línea de cinco y nosotros en inferiores jugamos 4-3-3. El cuerpo técnico actual se ha acercado mucho, charlamos bastante de fútbol, se saben el nombre de pila de todos los chicos, están involucrados e insertos en este proceso como si hubieran nacido en Unión. Desde la época de Madelón que trabajamos así. La reserva juega bastante parecido a la Primera y nosotros, desde inferiores, tenemos nuestra forma. Pero siempre pensando que hay que saber todo.
-Hay un dicho, Leo, que dice que “nadie es profeta en su tierra”. ¿Te sentiste subestimado en algún momento?
No sé… No creo que subestimado… Ser coordinador no significa ser el mejor DT o el mejor PF sino alinear un montón de detalles que no solamente se conocen por haber jugado profesionalmente al fútbol. Lo mío pasa por ofrecerles las herramientas a los entrenadores para que puedan hacer bien su trabajo. Y la dirigencia me respeta y me ofrece todo lo que necesita.
-Conclusión. ¿Es un buen momento el de las inferiores de Unión?
-… Y vendrán mejores tiempos
Fuente: El Litoral
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