Candela Giordanino tiene 18 años y en este 2022 tomó la determinación de irse a vivir a Brasil, donde fue recibida por el Gremio de Porto Alegre, con el objetivo de seguir creciendo como nadadora de élite en aguas abiertas. En la presente temporada compitió en los Juegos Suramericanos de la Juventud en Rosario, logró, con el apoyo de la gente, participar en el mundial de clubes de aguas abiertas en Israel.
En el Mundial de Budapest finalizó en la tercera sudamericana mejor clasificada y la primera argentina. Toda su carrera la hizo en Club Unión de Santa Fe, pero como todo deportista busca crecer y tener competencia, tomó la decisión de irse a vivir a Brasil, y ello fue más que positivo. Desde los ocho años, la hija de Celeste Puñet, se dedica a esta disciplina deportiva, y sin dudas ha tenido un gran crecimiento.
En Brasil, en un club con una infraestructura claramente superior a lo que existe en nuestro país, entrena diferente a lo que hace a la cantidad de estímulos, pero cuenta con la ventaja de tener mayor competencia. Tras los Juegos en Rosario se dio cuenta que debía cambiar su forma de entrenar, y ahí fue cuando terminó de decidirse al vecino país. En Porto Alegre vive con cuatro nadadoras más, una de Italia y tres de Brasil.
“Fue un año de muchos cambios, de altibajos, muchos, aprendí muchas cosas nuevas, me fui a vivir a Brasil, me fui de casa, me independice de mamá, conocí nuevas personas, aprendí un nuevo idioma para hablar, una nueva cultura, por lo que han sido demasiados cambios para un año” arrancó señalando Candela Giordanino a UNO Santa Fe.
La talentosa nadadora santafesina expresó que “fueron cambios muy positivos en lo que ha sido lo deportivo y en lo personal, porque me ha hecho crecer como persona. En la parte deportiva estoy entrenando con los mejores nadadores de Brasil, con uno de los mejores entrenadores de aguas abiertas, y la verdad es que encontré lo que estaba buscando como entrenador. Porque si bien, acá Adrián y Diego son muy buenos, pienso que faltó una pata de la mesa que fue la comunicación entre nosotros, y eso fue en gran parte, lo que me decidió a irme”.
La importancia de contar con mayor cantidad de competencias
“El tener mayor competencia me ayudó mucho, ya que en principio, no se puede comparar nuestro país con Brasil, en lo que refiere a la estructura de competencia, de pileta y de aguas abiertas. Mi club ya de por sí tiene cuatro sedes, en Porto Alegre, con lo cual eso ya supera a lo que pasa en el país. En la sede que estoy yo hay cuatro piletas, profesores de gran nivel, y muchos nadadores de elite, y muchos chiquitos. En Brasil, en aguas abiertas, hay mínimo, siete etapas de competencias a lo largo del año” la deportista santafesina que se encuentra radicada en Brasil.
En el mismo sentido agregó que “en Argentina no hay competencia de aguas abiertas, solamente se hace una prueba que es un clasificatorio para todo el año y nada más. Incluso se perdió el circuito local, el circuito nacional, antes había, recuerdo haber llegado a hacer cuatro fechas, eso ya no se hace más, porque lugares para hacerlos hay. Es una lástima porque tenemos un país hermoso, lugares aptos para hacer aguas abiertas, pero no se sabe aprovechar”.
Dentro de las cuestiones positivas de irse a entrenar a Brasil es que la competencia es mayor que en nuestro país. Sobre esta cuestión describió que “competí en dos etapas del circuito brasilero, una en Brasilia, y la otra en Salvador de Bahía. En los 10 kilómetros de la última no me salió la estrategia que había planeado, y quedé un poco retrasada. Lo bueno fue sumar experiencia, y en los 5km que fue al día siguiente me fue mucho mejor. En Bahía, que estaba el equipo argentino, me sorprendió, porque yo pedí muchos años ir a competir a Brasil, a una etapa, y nunca se me dió, pero me puso contenta que algunos pudieron ir”.
Un comienzo de temporada que provocó el cambio
El año había arrancado con los Juegos Suramericanos de la Juventud en la ciudad de Rosario. “No se si fue un buen torneo, en realidad resultó más crítico para mí, me abrió los ojos, ya que me di cuenta que necesitaba un cambio de aire, que necesitaba algo nuevo, y por eso decidí irme a Brasil, y ahí encontré lo que necesitaba. Tenía que tomar aire, necesitaba conocer nuevas cosas, y chocarme una pared, y darme cuenta que necesitaba mejorar”.
Una muestra de apoyo fue cuando fue a competir a Israel y allí fue cuando el santafesino le brindó su solidaridad para juntar los recursos porque la Cada no participaba de dicha competencia de clubes. “La verdad es que estoy muy sorprendida y agradecida con el alcance que tuvo, el video, la historia, ya que de no tener nada para el viaje, pasé a tener todo y tuve para afrontar todos los costos del viaje. Sobró un poco de recursos para hacer frente a las etapas del año que viene, porque mi idea es estar en una o dos pruebas. Ir creciendo de a poco, ir metiéndome en lo que es copa del mundo. No hubiese podido ir a Israel sino hubiese sido por los que me ayudaron”.
Estando en Brasil se produjo el regreso de la maratón Santa Fe-Coronda, algo para lo cual ella había hecho un clasificatorio antes de la pandemia en el puerto local. “La Santa Fe-Coronda es una modalidad diferente a lo que yo hago, y no se si estoy mentalmente preparada para nadarla. Porque metros puedo nadar lo que sea, si hoy me tiro a hacerla llego, pero la cuestión es que hay que tener la cabeza muy fría para nadar 57 kilómetros. Por ejemplo, Gian Franco Turco me sorprendió para bien, fue un debut muy bueno, y estoy muy contenta por lo que logró”.
En cuanto a lo que se viene, Giordanino, manifestó que “no hablé muy bien con mi entrenador todavía, pero tengo en vista el Panamericano al que clasifiqué en los Odesur, ya que quedé séptima. Está el Mundial, primero tenemos que hacer el selectivo, y las etapas del Brasilero. Que son para sumar experiencia, y me prepara para todas esas competencias que tengo en vista, básicamente en las pruebas de 10 kilómetros, que es la distancia olímpica. Igualmente, se que algún día la voy a hacer a la Santa Fe-Coronda”.
Fuente: UNO Santa Fe
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