La dirigencia de Colón elabora el descargo que presentará ante el Tribunal de Disciplina. ¿En qué se basará?, en deslindar todo tipo de responsabilidades y cargárselas al operativo de seguridad. “Es una barbaridad que sancionen a Colón. Nosotros no somos responsables de nada. Éste es un tema de seguridad”, señaló a El Litoral una alta fuente confiable de la institución. Una de las cuestiones esenciales en la elaboración del descargo, es conocer fehacientemente el informe del árbitro. La intención es saber qué colocó Merlos como motivo de la suspensión del encuentro, para apuntalar su opinión si es que consideró, como se supone, que el partido fue concluido por “falta de garantías”.
La sensación generalizada en la dirigencia es que Colón debe ir por todo. ¿Qué significa “ir por todo”? Ni más ni menos que evitar no sólo un hipotético descuento de puntos o pérdida del partido (algo que está especificado en el artículo 80 del Reglamento de Transgresiones y Penas), sino también la posible suspensión de la cancha y que se juegue sin gente los encuentros que restan (no sólo los 68 minutos del partido con Vélez, sino también los cotejos con Patronato y River, que son los que faltan como locales hasta el final del torneo). Esa frase (“Es una barbaridad que sancionen a Colón”) será la que se impondrá como objetivo en el descargo que elabora la institución, el cual, naturalmente, será redactado por el Departamento Legal de la institución y enviado de inmediato al Tribunal de Disciplina.
Si bien el fútbol argentino, en Primera División, se maneja dentro del marco de la Superliga y ya no de AFA, el Tribunal de Disciplina es un ente independiente. De todos modos, hay varios elementos a tener en cuenta, como por ejemplo la rigurosidad que pretende Superliga para emprolijar algunas cuestiones del fútbol argentino. Por ello, se decidió la quita de tres puntos a Newell’s por no haber presentado a tiempo el “libre deuda” con sus jugadores, cuando se inició este campeonato. ¿Hay temores respecto a que se pueda adoptar idéntica política con este hecho puntual, que es el primero que sucede en la Superliga obligando a la suspensión de un partido?, la respuesta es negativa. En Colón saben que los miembros del Tribunal siguen siendo los mismos que antes de la creación de la Superliga y que no se modificaría la actitud frente a estos hechos.
Uno de los más altos directivos de Colón —Patricio Fleming— estuvo observando el encuentro junto al ex titular de Vélez, Raúl Gámez, quien le manifestó su desagrado por lo que estaba ocurriendo en la cancha. “Esto es una locura, no puede ser, lo lamento profundamente”, fueron las palabras que se escucharon de parte del ex presidente de la entidad de Liniers. Hay una idea clara de Mariano Elizondo y compañía en las oficinas de la Superliga en Puerto Madero: quieren que el fallo (del tenor que fuera) salga rápido, porque Vélez no está matemáticamente salvado del descenso y porque Colón tiene chances de ingresar a cualquiera de las dos copas (Libertadores y Sudamericana). Por eso, y volviendo a lo que se plantea más arriba, está abierto un lugar para la especulación y la preocupación: ¿no será Colón el “conejillo de Indias” para que se le aplique una sanción ejemplarizadora y que todo el fútbol argentino hable del “cambio radical” que propone la llegada de la Superliga?
También y tal como se expresa más arriba, Colón está convencido de que esto no es así y que sería una total injusticia si el club es sancionado por algo de lo cual deslinda absolutamente la responsabilidad, cargándosela al operativo policial. “Nosotros contratamos y pagamos un operativo que falló”, se dice desde la institución. “La idea de Mariano Elizondo, como presidente de la Superliga, es dar la imagen de seriedad, que realmente hay un cambio en el corazón del fútbol argentino. Ésa es la idea que se la va a transmitir al Tribunal de Disciplina que sigue presidiendo Fernando Mitjans”, contaron desde Buenos Aires a El Litoral. Por eso también, en Colón no perdieron tiempo y el mismo domingo ya hubo contactos con la gente del Tribunal de Disciplina para darles a conocer, en forma verbal, el porqué se cree, desde la institución, que se produjeron los hechos que desembocaron en la suspensión del partido.
La realidad es muy clara: la falla del operativo policial fue evidente. No se puede concebir que hayan ingresado bolsas con bombas a la tribuna cuando se realizan “cacheos” obligatorios a todos los que entran al estadio. Se dice que las bolsas fueron ingresadas a la zona del estacionamiento (¿en un coche o tiradas desde afuera del predio?) y que una vez que se acercaron a la zona de ingreso a la tribuna, se hayan arrojado hacia el interior (a una especie de “descanso” que hay antes de entrar a la tribuna propiamente dicha).
Fuente: El Litoral.