El equipo argentino de Copa Davis consiguió hoy un ajustado y por momentos sufrido triunfo frente a Chile por 3-2 gracias a la victoria de Guido Pella en el quinto punto ante Christian Garin y en septiembre disputará el repechaje con la ilusión de regresar al Grupo Mundial. Pella tuvo la responsabilidad de definir la eliminatoria y logró imponerse en un partido cambiante por 6-3 y 7-6(3), después de que Diego Schwartzman, la primera raqueta argentina, igualara la serie con la victoria sobre Nicolás Jarry por 6-4 y 6-4.
En el inicio de la segunda jornada, el equipo trasandino había tomado la delantera al quedarse con el dobles gracias a la victoria de Jarry y Hans Podlipnik ante Pella y Máximo González. El equipo argentino era favorito por el presente de sus jugadores, pero la Copa Davis se encarga una y otra vez de demostrar que los rankings quedan de lado. A los jugadores argentinos les costó mostrar su mejor versión, y enfrente hubo un joven equipo chileno que tiene buenos jugadores que se sienten muy cómodos compitiendo por su país.
Garin no jugó como el 217 del mundo. Atacó, tomó la iniciativa y por momentos desbordó a Pella. Jarry, que jugó el viernes y hoy también en dobles, dejó claro que tiene gran proyección y que tiene potencial para lastimar a cualquiera con un saque por momentos demoledor y golpes muy agresivos desde el fondo. Después del duro golpe que significó la derrota en el dobles, Schwartzman consiguió su triunfo más importante en Copa Davis. Obtuvo la victoria que tanto deseaba, esa que le permitirá sentire un jugador copero, capaz de sacar adelante partidos adversos y con mucha presión.
Pella, el más experimentado de los integrantes del equipo albiceleste, pudo, no sin sufrimiento y momentos de sosobra, imponer su mayor jerarquía y mejor presente ante Garin para sellar la victoria. El quinto punto fue partido con típico clima copero y en el que ambos cometieron errores, pero el bahiense logró sacar ventaja para inclinar la balanza a su favor. Para Pella y Schwartzman los triunfos que le dieron la victoria al equipo son “una especie de revancha”, después de haber protagonizado la dura derrota ante Kazajistán en septiembre pasado, que significó el descenso a la zona americana después de más de una decada.
Los abrazos, las canciones, los papeles celestes y blancos y el delirio de las más de 5000 personas que colmaron el estadio Aldo Cantoni fueron el cierre perfecto para una eliminatoria muy especial. El martes Argentina conocerá a su rival en el repechaje de septimbre. De ganar esa eliminatoria, el equipo volverá al Grupo Mundial de 2019, que fue la meta de Orsanic y sus jugadores apenas consumada la derrota en Astana el año pasado.
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