Colón sigue sin levantar cabeza en el tramo final de la temporada de la Primera Nacional, ya que viene de sufrir su quinta derrota al hilo como visitante, tras caer frente a Temperley por 1-0, en el Alfredo Beranger, lo que lo alejó otra vez a cinco puntos del líder. Pero más allá de la nueva derrota, lo preocupante es que no se ve un estilo de juego definido en Colón, donde el entrenador Rodolfo De Paoli trata continuamente de hacer modificaciones de nombres y sistemas, generando mucha más confusión que seguridades y certezas.
A favor de De Paoli se destaca el hecho de que hay una notoria merma de los jugadores de Colón, donde solo “salvan la ropa” los que están más configurados para la lucha que para el juego, como son los casos de Facundo Castet, Nicolás Talpone y Alan Forneris. A De Paoli no se le puede reprochar que no probó, ya que les dio oportunidades a la gran mayoría, con muchos minutos en cancha, muchos de los cuales demostraron que están atravesando un pésimo momento, como son los casos de Hernán Lópes, Federico Jourdan, Nicolás Delgadillo y Axel Rodríguez, más allá que tampoco consiguen dar la talla Brian Farioli y Joel Soñora en función de la evidente merma futbolística que atraviesan.
Este lunes, en el regreso del plantel a las tareas, con el foco puesto en Brown de Adrogué, los dirigentes mantuvieron una reunión de más de una hora con De Paoli, para analizar el presente de Colón, que se jugará en siete fechas sus chances de volver a Primera División, el gran objetivo de la temporada, y que alimentó en gran parte de la misma.
Por lo que se pudo saber, no hubo plazos ni cuestionamientos severos, sino que la misma giró en torno a analizar el presente de Colón. Los dirigentes, con Víctor Godano a la cabeza, siguen convencidos en el trabajo de De Paoli, ya que consideran que es el técnico indicado para el momento en el que sigue metido el equipo.
Sin embargo, a De Paoli como a cualquier técnico del mudo le cabe las generales de la ley, con lo cual no se tolerará otra cosa que no sea la victoria frente a Brown de Adrogué, en función de la debilidad del rival, de la potencia de Colón como local y por todo lo que está en juego en estas últimas fechas.
Por ahora hay una tensa calma en Colón, De Paoli sigue contando con el respaldo dirigencial, lo que no es poco a esta altura. Pero el DT es consciente de lo antes expuesto, y se lo notó firme en sus convicciones para sacar al equipo adelante y llevarlo a pelear por el anhelado y ansiado ascenso a Primera División.
Fuente: UNO Santa Fe
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