En la noche del martes y en el estadio del Quilmes Atletic Club se puso en marcha la fase final de la edición 2020 de la Copa Argentina con el choque protagonizado entre Gimnasia y Esgrima de La Plata y Sportivo Barracas, conjunto que actualmente milita en la Primera División B del fútbol argentino. Si bien todas las miradas en el estadio Centenario estuvieron posadas en la figura de Diego Armando Maradona, el fútbol de nuestra zona estuvo representado por un futbolista que surgió de las inferiores del club Independiente de Santo Tomé y que actualmente milita en Sportivo.
La referencia es para el marcador central Francisco Baranosky, el joven santotomesino que tras iniciar su camino en el rojo tuvo un paso por las inferiores de Colón de Santa Fe, club en el que llegó a disputar una gran cantidad partidos con el divisional de reserva antes de ser dejado en libertad de acción al cumplir los 21 años de edad. Tras un breve período vistiendo la camiseta de Ben Hur de Rafaela en los torneos regionales, la carrera de “Pancho” encontró su continuidad en Barracas, elenco que busca ser protagonista en la D con el sueño de obtener un ascenso a la Primera División C para la temporada próxima.
Si bien Baranosky y sus compañeros realizaron un muy digno papel en cancha de Quilmes, la jerarquía de un equipo de Superliga como el lobo platense terminó siendo determinante para volcar el resultado en su favor por 2 tantos contra 0 gracias a las conquistas de Licht a los 3 y el pibe Coccimano a los 37 de la etapa inicial. En el complemento, Barracas mostró una interesante reacción y hasta dispuso de un tiro penal que no pudo convertir y terminó siendo el golpe de gracia para la eliminación del conjunto de camiseta azul. Una vez terminado el cotejo, el santotomesino y sus compañeros se olvidaron por un momento del sabor amargo de la derrota y obtuvieron un recuerdo que será inolvidable: el saludo y la foto con Diego Armando Maradona, quien se encargó de felicitar a cada uno de los jugadores de Sportivo por la labor realizada en una noche que ni “Pancho” ni ninguno de los otros sacrificados futbolistas de Barracas podrá borrar de su memoria.
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