A sólo 48 horas de una nueva edición del clásico santafesino entre Colón y Unión, una de las principales preocupaciones de las autoridades es el impacto epidemiológico que puede tener la reunión de hinchas en bares y distintos espacios para ver el partido y los festejos que pudieran darse después si alguno de los equipos triunfa. Para mitigar la situación, el gobierno provincial negoció con la conducción de la Copa de la Liga que el encuentro sea a las 18, para que termine cerca de las 20, horario en que comienza la restricción de circulación. Además, desde el Ministerio de Salud piden “responsabilidad” y que la gente “viva el fútbol en su domicilio”.
Es que la provincia de Santa Fe atraviesa un momento complicado en medio de la segunda ola de coronavirus. Los registros diarios no bajan de los 2.000 casos y el sistema de salud está saturado: la ocupación de camas UTI en las distintas regiones se ubica entre el 90% y el 100%. En este contexto, es fundamental que la población colabore para bajar la transmisión del virus, lo que se logra únicamente respetando el aislamiento y las demás medidas sanitarias dispuestas. En esta línea, el secretario de Salud de la provincia, Jorge Prieto, puso el énfasis en lo que ocurrirá el domingo a la tarde en torno al partido entre Colón y Unión.
“Alterar el horario para que la gente no salga a festejar fue una medida estratégica importante. Sabemos que Santa Fe es una ciudad muy futbolera, pero tenemos que aprender a respetar lo que se nos indica, para que este tipo de eventos puedan continuar. Podemos vivir el fútbol en el domicilio y con la mayor responsabilidad”, sostuvo el funcionario este viernes al mediodía en diálogo con el móvil de Aire de Santa Fe, tras brindar una conferencia de prensa en el Cemafé.
Fuente: Aire de Santa Fe
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