Inicio Colon Garrido: «Hay que saber llevar el ritmo de la gente»

Garrido: «Hay que saber llevar el ritmo de la gente»

by Luciano Villarroel

«Me gusta jugar a la pelota y con sacrificio se pueden suplir otras cosas. Con actitud podés abarcar algunas falencias», reconoció el volante de Colón, Oscar Garrido, luego de ser uno de los puntos altos en la victoria ante Estudiantes de Río Cuarto en el Brigadier López.

En charla con LT10 AM 1020, el mendocino, una de las caras nuevas para la segunda parte de la Primera Nacional, mostró una buena pegada de pelota parada, ya que marcó el tercero, tras un breve roce en un defensor. En este sentido, dijo que no se considera dueño de los tiros libres: «No hablo mucho de lo que me pide el técnico. Tengo la suerte de donde fui me tocó manejar la pelota parada, algo que me gusta. Está Christian Bernardi, que me cedió la chance y es charlable. Él es el primero para patear, pero si me dice que lo haga, voy sin problemas. Soy de esos soldados al que solo tienen que decirle qué hacer. Marcho con órdenes».

Asimismo, agregó: «Colón tiene apellidos muy grandes para la categoría, pero la humildad es increíble. Hay una confianza muy grande y eso es importante para todos. Todos los días se aprende algo nuevo, pero eso cada cosas que me piden sirven para mejorar y solucionar lo antes posibles las cosas».

En otro tramo, el jugador fue contundente sobre un tema clave: «Soy nuevo y recién llego, por eso lo tomo con calma. Pero cuando suena el silbato, es momento de tirar a la cancha para lo que vinimos. La cabeza tiene que estar dentro de la cancha solamente. Uno trata de aislarse de lo que pasa mucha veces a fuera para no sentirse afectado. Ni hablar en lugares donde jugás a canchallena como en Colón. Hay que saber llevar el ritmo de la gente, que quiere ir ganando ya de arranque».

Mientras que en el final reveló que tenía el anhelo de jugar en Colón: «Pasó que me llama mi representante un viernes a la noche para que arme las valijas, que nos íbamos a Colón y se me abrieron los ojos. Era algo que busqué, ya que tuve una prueba en su momento de pibe y era la oportunidad que tanto quería. Fue así como preparamos el bolso. Pero fueron pasando los días y el llamado final no llegaba. Central Córdoba ya me había liberado, al igual que Instituto, donde tengo contrato y renové antes de venir, pero algo faltaba. Incluso ya no había ido más a entrenar y me había despedido de mis compañeros. Una ansiedad que no podía explicar y fue así como se dio el jueves que cerró el libro de pases. Fue de película, llegamos justo».

Fuente: UNO Santa Fe

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