Si algo no le conviene al presidente de Unión, Luis Spahn, es —justamente— que hable el empresario Cristian Bragarnik. Claro que, en todo esto, nada tiene que ver Leonardo Carol Madelón, ex entrenador tatengue que espera para volver a dirigir en la post pandemia. En todo caso, sí le conviene que le preste dinero, “de manera desinteresada” como ya lo dijo varias veces el mismo presidente rojiblanco.
El problema cuando habla Bragarnik, en el universo de operaciones, gestiones y transferencias, es que al significar Unión “algo más”, cuenta las cosas como son, sin jugar a las escondidas. Entonces, una vez más, Spahn queda expuesto. Esta vez, con dos cuestiones puntuales
— La primera “mentirita”. Hace algunos días, en declaraciones a LT10, el mismo presidente había dicho: “La satisfacción que era una de las dos alternativas, la otra era Juan Pablo Vojvoda. Se trabajó en otra alternativa debido a que era difícil que se pueda dar lo de Azconzábal. Pudimos cerrar la alternativa número 1, para regocijo de Martín Zuccarelli que son ambos de Estudiantes”. Increíblemente, luego de meses de negociaciones y declaraciones (salió al aire el DT y luego su representante), Spahn ignoró a Sergio Rondina por completo.
El que ayer, en declaraciones al programa “Jogo Bonito” por Radio Late 93, lo volvió a dejar expuesto al presidente de Unión fue el mismo Cristian Bragarnik, que contó realmente la verdad de lo que pasó con el reemplazante de Madelón: “Unión tenía decido ir por (Sergio) Rondina y eso finalmente no avanzó. Desconozco por qué, y se fue por otras opciones, entre ellas el Vasco”.
— La segunda “mentirita”. En las negociaciones con Azconzábal y el “tironeo” con Antofagasta de Chile, el presidente de Unión se encargó de instalar —en su círculo íntimo y en periodistas amigos— la idea: “Le hicimos una oferta por 18 meses, pero a la salida de Chile la debe resolver el Vasco. Unión no va a poner un solo peso, no corresponde”.
En la misma entrevista a nivel nacional, otra vez Cristian Bragarnik lo volvió a dejar en evidencia al presidente de Unión: “Yo les comenté (a los dirigentes de Unión) que él (por Juan Azconzábal) estaba trabajando en Chile y que tenía una cláusula de salida. Entonces lo que hizo Unión fue trasladarme el interés y se habló con el presidente del club chileno. En un momento el titular no quería saber nada, pero después se llegó a buen puerto por la voluntad de todas las partes”.
Enseguida, el representante de Leo Madelón y de Juan Manuel Azconzábal, fue contundente y no escondió nada, explicando cómo, de qué manera y porqué se destrabó la salida del “Vasco” del club Antofagasta de Chile: “Una parte de la cláusula la pagará Unión y otra fue sacrificada por el Vasco por unos meses que le debían en Chile”.
Como se recordará, luego de tantos días de idas y vueltas, el club trasandino —tenía contrato hasta el mes de diciembre de este año— lo “liberó” a Juan Manuel Azconzábal. En Chile, el mismo club hizo trascender las cifras para no correr ningún costo político con sus socios: “La cláusula de salida está fijada en 50.000 dólares. Ni uno más, ni uno menos”.
Como Cristian Bragarnik, repre de Azconzábal, es dueño de un club en Chile —se llama Unión La Calera— que compite con Antofagasta en la zona de las copas, la postura se endureció como nunca. “Si lo quieren, que pongan toda la plata de la cláusula”.
Ahora, ya con el “Vasco” confirmado como DT tatengue, salta toda la verdad y la cuenta el mismo Bragarnik: Unión debió poner 25.000 dólares de su bolsillo para liberarlo a Azconzábal. No se trata de una gran cifra. No es algo que sorprenda. Lo que sorprende, una vez más, es otra “mentirita”.
Fuente: El Litoral