Si bien todas las miradas apuntan a Federico Vera, con cláusula gatillo accesible de 800.000 dólares limpios para Unión y de contado furioso, la realidad es que hay otros jugadores del plantel del «Kily» que están en el radar de clubes argentinos y del exterior en este mercado de invierno. Lo de Vera ya fue explicado: el jugador, su entorno (en concreto su padre, Valentín Vera, que es buscador de talentos del mismo club) y la agencia que tiene firmado el diez (10) por ciento de la próxima venta, quieren que a la transferencia la haga club y que aparezca un comprador por varios temas al mismo tiempo.
Que al club le pueda quedar más dinero y de esa forma ganarían todos: se mejoraría ese diez (10) por ciento en cifra final y se conseguiría un comprador para hacerse cargo del 24.5 por ciento de los impuestos. De yapa, a diferencia de la cláusula, Unión se reservaría una plusvalía, cosa que no ocurre ante la chance del gatillo. Boca, San Lorenzo, Fortaleza y Botafogo fueron los que sondearon las condiciones de salida de Fede Vera. «Al club, de manera formal, no llegó nada», dicen los dirigentes.
El «Kily», espera y desespera: su idea es que teniendo al equipo puntero, invicto y adentro de Copa Sudamericana 2025, no se le vaya nadie. Entendiendo, esta vez, que nadie es nadie. Además de lo de Federico Vera, titular indiscutido, hay tres nombres más que recibieron ofertas de todo tipo: sondeos, llamados informales y propuesta concreta. Para suerte del «Kily», ninguno de los tres hoy es titular definido, aunque en el caso de Nico Campisi, terminó atajando en el último partido contra San Lorenzo. Además del arquero, que tiene chances de jugar en el exterior, tanto Miguel Torrén como el «Toro» Gonzalo Morales recibieron llamados.
En el caso del zaguero, que tiene uno de los contratos más altos y está firmado por dos años, el interés concreto es de Independiente Rivadavia de Mendoza. En cuanto al delantero de Boca, cuyo contrato vence en diciembre (había repesca pero el club de Riquelme no la activó), lo quiere Tigre para intentar mejorar la falta de gol y la pésima campaña de los últimos tiempos.
Si bien en este semestre Unión sólo jugará deportivamente el torneo de la Liga Profesional, la idea del cuerpo técnico es evitar la sangría y tener a todos arriba del barco. En principio, acorde a lo hablado de parte del entrenador con los dirigentes rojiblancos, la idea de la pretemporada sería poder iniciarla en el predio de Casasol y luego instalarse en la ciudad de Funes, cercana a Rosario, para poder concretar allí algunos amistosos con los equipos rosarinos. «Es el predio de Maxi Rodríguez, preparado especialmente para este tipo de necesidades para los equipos profesionales», explican.
Finalmente, si bien el plantel profesional del Club Atlético Unión estará licenciado hasta el día 1 de julio, en el caso de los jugadores Francisco Gerometta y Patricio Tanda apurarán sus respectivos retornos para poder «ganar días» con la recuperación de sus lesiones, pensando con estar a disposición del «Kily» lo más rápido posible.
Fuente: El Litoral