Con la permanencia asegurada y el equipo de Leonardo Madelón peleando por un lugar en los playoffs del Torneo Clausura, la dirigencia de Unión ya empezó a mirar más allá del cierre deportivo del 2025. En ese horizonte aparecen dos nombres propios que generan debate puertas adentro del club: Mauricio Martínez y Matías Tagliamonte, jugadores a los que se les vence el préstamo y por quienes el Tatengue posee opciones de compra. Ambos fueron piezas importantes en distintos momentos del año, y su continuidad dependerá no solo del deseo de Unión, sino también de la capacidad económica y de las negociaciones con sus clubes de origen.
La situación del mediocampista santafesino es la más compleja. Unión tiene una opción de compra de 350.000 dólares, cifra que debería abonar a Rosario Central para quedarse con el pase definitivo. Caramelo hizo un gran esfuerzo personal a comienzos de año para regresar a Santa Fe, tras quedar marginado en el plantel de Ariel Holan, y encontró en Unión un lugar donde recuperar continuidad y protagonismo, lo cual recién pudo conquistar con el desembarco de Leo Madelón. Sin embargo, su futuro volvería a depender de la voluntad de Central, donde todo indica que Holan continuará como entrenador, por lo que las chances de que el Canalla lo tenga en cuenta son mínimas.
El principal inconveniente radica en que Martínez tiene contrato con Central hasta diciembre de 2026, lo que descarta la posibilidad de un nuevo préstamo, ya que, de extender su cesión a Unión, finalizaría con el pase en su poder. Por eso, la única vía posible sería que los clubes negocien una rebaja en el monto de la opción de compra, algo que en Santa Fe ven con cautela pero sin descartar del todo. A eso se suma una cuestión extradeportiva: la relación tirante que quedó entre el jugador y Gonzalo Belloso, dirigente auriazul que intervino directamente en su salida del club de Arroyito. Esa situación podría jugar a favor de Unión, aunque todo dependerá del margen de maniobra económica que tenga la institución.
El otro jugador en análisis es Matías Tagliamonte, cuyo préstamo también vence a fin de año. Unión posee una opción de compra del 50% del pase en 500.000 dólares, una cifra que, en principio, aparece como difícil de afrontar en el actual contexto financiero. Por eso, en los próximos días podría abrirse una negociación con Racing para revisar ese monto o buscar una alternativa más accesible, ya sea una reducción de la opción o incluso un nuevo préstamo. Una de las posibilidades que se barajan es incluir parte del dinero que Racing aún debe por Juan Nardoni, o lo que Unión podría percibir de otras operaciones como la de Adrián Balboa, para lograr un acuerdo más equilibrado.
Los casos de Martínez y Tagliamonte son, sin dudas, dos de las grandes incógnitas del mercado de verano. Unión deberá resolverlos con rapidez, sabiendo que ambos futbolistas son piezas valiosas dentro de la estructura de Madelón. Mientras tanto, el plantel se mantiene enfocado en el tramo final del Clausura, donde buscará asegurar su lugar en los octavos de final y cerrar una segunda parte del año que ya dejó una gran noticia: la permanencia garantizada en Primera División, tres fechas antes del cierre del torneo. Con los objetivos deportivos encaminados, llega el tiempo de las decisiones institucionales, y Unión sabe que el futuro de Caramelo Martínez y Tagliamonte será parte central de ese nuevo capítulo.
Fuente: UNO Santa Fe