El Clausura viene con datos que sorprenden y entusiasman a más de uno. Ni hablar en Unión, que es el mejor equipo de visitante. Al cabo de las primeras 10 fechas, sumpo 11 de los 17 puntos que ostenta en la tabla. Pero eso la tranquilidad y satisfacción por el empate obtenido ante Banfield en el Florencio Sola. Hasta el momento viene con una efectividad del 61%, producto de tres triunfos, dos empates y una caída. En este interín marcó 11 goles y recibió cinco.
La campaña fuera de casa marca un contraste con lo que ocurre en Santa Fe. El conjunto de Leonardo Madelón lleva cuatro partidos seguidos sin perder como visitante, con un saldo de tres triunfos y un empate, lo que le permitió posicionarse en la pelea grande del torneo y, al mismo tiempo, tomar aire en la lucha por la permanencia.
En contrapartida, en su casa la producción es más irregular (ver aparte) y es ahí donde aparece el gran desafío a futuro. Si logra trasladar a Santa Fe la solidez que muestra cada vez que sale de viaje, Unión no solo podrá olvidarse definitivamente de la zona roja, sino que también tendrá serias credenciales para animarse a pelear más arriba.
El Rojiblanco encontró su mejor versión fuera de su cancha. Algo que no suele darse, porque lo más normal es potenciar y sacar un plus en casa, por eso el doble mérito de este equipo de Leonardo Madelón que, cuando no puede jugar bien, al menos rinde y es lo relevante después de un primer semestre que complicó cualquier aspiración.