El 24 de enero en sus redes sociales, Unión anunciaba la llegada del volante central Javier Méndez, a préstamo hasta fin de año proveniente de Racing (Uruguay) donde había jugado 21 partidos. La intención de Leonardo Madelón era poder contar con una rueda de auxilio para suplantar a Mauro Pittón y Nelson Acevedo, los habituales titulares. Le costó de entrada insertarse en el andamiaje pero lo consiguió a base de esfuerzo, trabajo y mucha tenacidad.
Incluso pudo tener la chance de ser titular en varios partidos. Algo similar sucedió en el primer tramo de la presente Superliga, donde debió competir con el chaqueño y Jalil Elías. El orientador rojiblanco deslizó, dentro de los que serán altas y bajas que tendrá el plantel, la posibilidad de que pueda continuar en el equipo. “Si ustedes supieran lo que quiere este chico al club”, esbozó Madelón en Córdoba luego de la última presentación.
A lo largo de 2019 en total fueron 22 partidos, consiguiendo su única conquista frente a San Martín de Tucumán por la Copa de la Superliga. Ese sentido de pertenencia que siempre se encargó de expresar públicamente el propio Madelón es el mismo que pone de manifesto en sus redes sociales el charrúa, quien encontró un apego muy particular con el club y guarda el respecto de la parcialidad rojiblanca.
Con un calendario agitado en el semestre inicial de 2020, más allá de las pretensiones del técnico de sumar jugadores de jerarquía de mitad de cancha hacia adelante, la permanencia de Méndez sería una realidad en breve, con lo cual el DT tendría la tranquilidad de poder contar con un jugador que sabe lo que pretende como sistema de juego.
¿Y De Iriondo?
Este lunes se confirmó la desvinculación de Unión –no oficializada por el club– del volante Darío Bottinelli, que acordó con la dirigencia la rescisión de su contrato que expiraba en junio de 2020. Algo que se veía a venir, ya que prácticamente no jugó nunca. Un puñado de minutos apenas para dejar en claro que nunca pudo entrar en la consideración de Leonardo Madelón, pese a que fue quien lo pidió. Una de las opciones que no cumplieron con las expectativas y se va con un paso efímero. Pero siguiendo por el mismo hilo conducto, hay otro jugador que estaría en idéntica situación, pero sin resolución todavía: Manuel De Iriondo. Tampoco fue considerado por el DT y hasta fue excluido de los trabajos futbolísticos del plantel.
Tuvo chances de emigrar, pero ningunas de las ofertas lo satisfizo y se terminó quedando. Por pedido del plantel al Francés, volvió a formar parte de las tareas como uno más –hacía solo físico antes– y hasta formó parte de algunas listas de concentrados. Como si situación comenzara a dar un vuelco e incentivarse.
Sin embargo, no fue más que eso y, tal como viene la mano, es probable que la tónica sea la misma. Tiene vínculo por seis meses más y podría seguir el camino de Pollo Bottinelli. La otra opción es ver si puede intentar ser negociado otra vez o simplemente quedarse a cumplir su arreglo hasta quedar con el pase en su poder. El volante combativo, de 26 años (6 de mayo de 1993), mostró momentos muy buenos temporadas atrás, pero luego dejó de ser del gusto de Madelón, que optó por darle rodaje a otros jugadores, entre los que figuran pibes del club.
En su momento vio que iba a tener chances y se animó a tener minutos en Olimpo para lo que fue la Primera B Nacional, donde fue titular y jugó casi todos los partidos, pero tras el descenso volvió a Santa Fe y terminó perdiendo todo terreno. Si bien es cierto que recién se abre el libro de pases, ya se analizan algunas situaciones y da la sensación que acá la decisión la tendrá el jugador, más que nada respecto a lo que quiera hacer.
Fuente: UNO Santa Fe
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