Sufrió. Padeció como nunca Argentina para avanzar a los octavos de final del Mundial de Rusia. Terminó apretado y pidiendo la hora ante Nigeria. Pero poco le importó a un seleccionado argentino que estuvo a cuatro minutos de volverse a casa de manera tan prematura como dolorosa y que avanzó a los octavos de final con un agónico 2-1.

Y el equipo nacional, que fue beneficiado por la victoria de Croacia sobre Islandia en el restante duelo del Grupo D, celebró sin rubores, y con algunos ojos empañados, la victoria que le dio vida en el torneo. El sábado espera la prometedora Francia, en Kazan, a las 11 de nuestro país.

Al compás de Ever Banega jugó el elenco argentino en el primer tiempo. Fue el dueño del equipo. El que movió los hilos del equipo. Y de sus pies nació la apertura del partido. Un pase preciso, largo y profundo hacia Lionel Messi, a la espalda de la defensa. El capitán argentino controló con el muslo, acarició la pelota antes que toque el suelo y definió de derecha.

Un desahogo por aquel penal fallado contra Islandia, por su andar intrascendente contra Croacia. Y estuvo cerca la “Pulga” de marcar el segundo gol, de tiro libre. Pero su remate que impactó en el palo izquierdo e impidió una nueva conquista.

Justificó la victoria parcial Argentina durante el resto del primer capítulo. Con entrega, con actitud. Fueron importantes para que ello suceda las contribuciones de Enzo Pérez y Gabriel Mercadopor derecha, de Angel Di María y Nicolás Tagliafico por izquierda, la atención de Javier Mascherano para recuperar y la anticipación por lo general certera de Nicolás Otamendi y Marcos Rojo en la última línea.

Fue un buen primer tiempo el de Argentina. El mejor en este Mundial. Lateralizó, claro que lo hizo. Pero con más velocidad, entreteniendo durante muy poco tiempo el balón. Trasladando la menor cantidad de tiempo posible.

Pero el equipo de Sampaoli sufrió un duro cachetazo en el inicio del complemento. Una carambola, producto de un error de comunicación entre Mascherano, Enzo Pérez y Mercado, derivó en un tiro de esquina nigeriano. Y de esa ejecución nació el empate.

El árbitro turco Cuneyt Cakir vio falta dentro del área de Mascherano sobre Leon Balogun por un supuesto agarrón y sancionó penal. Luego de esperar que desde el VAR ratificaran su decisión, Victor Moses hizo su trabajo e igualó el partido.

Argentina desesperó y empezó a jugar no sólo contra Nigeria sino también contra el árbitro, al que culpó de sus males y quien bastante contribuyó para que los reclamos se sucedieran.

Así, comenzaron a desintegrarse todos los caminos del equipo argentino hacia Francis Ozoho. Y aparecieron algunos de los errores que lo depositaron en la situación límite en la que llegó a la última fecha.

La sangre se heló cuando sobre la media hora Cakir revisó en la pantalla ubicada a un costado del campo de juego una acción en la que la pelota pegó involuntariamente en la mano de Rojo, pero no sancionó un nuevo penal.

Cristian Pavón ingresó por Enzo Pérez y ofreció su velocidad pero no logró terminar las jugadas. Maximiliano Meza buscó ser variante pero chocó contra la muralla de camisetas verdes. Sergio Agüero entró para lograr la heroica, a diez del final. Gonzalo Higuaín le pegó demasiado arriba en la única clara que le llegó adentro del área.

Cuando todo parecía derrumbado, Franco Armani le tapó a Ighalo un mano a mano que en el momento pasó inadvertido, pero que al cabo fue importantísimo. Le dio una vida más a Argentina. Y Argentina la aprovechó.

Fue casi sin quererlo, con el protagonista menos esperado, en el lugar menos esperado. Marcos Rojo apareció en el área, en el punto del penal. Y de derecha (sí, derecha), clavó junto a un palo un centro desde la derecha.

Argentina respiró. Y manejó la pelota y los tiempos hasta el final del partido. Y respiró otra vez. Y esperó que pasaran los cuatro de descuento. Y respiró definitivamente. Y se metió en octavos de final.

Síntesis:

Nigeria: Francis Uzoho; Leon Balogun, William Ekong, Keneth Omeruo; Victor Moses, Oghenekaro Etebo, John Obi Mikel, Wilfred Ndidi, Bryan Idowu; Amhed Musa y Kelechi Iheanacho. Director técnico: Gernot Rohr.

Argentina: Franco Armani; Gabriel Mercado, Nicolás Tagliafico, Marcos Rojo, Nicolás Tagliafico; Enzo Pérez, Javier Mascherano, Ever Banega, Angel Di María; Lionel Messi y Gonzalo Higuaín. Director técnico: Jorge Sampaoli.

Gol, en el primer tiempo: a los 13m, Messi (A).

Goles, en el segundo tiempo: a los 5m, de penal, Moses (N); a los 41m, Rojo (A).

Cambios, en el segundo tiempo: al reinicio, Odion Ighalo por Iheanacho (N), a los 14m, Cristian Pavón por Enzo Pérez (A); a los 16m, Maximiliano Meza por Di María (A); a los 35, Sergio Agüero por Tagliafico (A); a los 44, Alex Iwobi por Omeruo (N); y a los 46m, Simeon Nwankwo por Musa (N).

Arbitro: Cuneyt Cakir (Turquía).

Estadio: de San Petersburgo.

Fuente: Agencia IAM